Casa Nueva
Testimonio por: Fabiola González
Tenía problemas para quedarme dormida y estaba recostada mirando el techo con mis manos en mí nunca, en una clásica pose de despreocupada. Estaba tratando de dormir, cuando veo alguien entrar a la pieza. La persona se sitúa al lado de mi cama y agarra las frazadas para zamarrearme suavemente y me dice “córrete que me quiero acostar”. Yo aun con lo vista en el techo pensé, es mi mamá, probablemente mi papa está roncando y quiere dormir acá, quizás. No era algo habitual pero eso fue lo que me imagine cuando escuche esa frase. Mientras estaba reclamando en mi interior de que no quería correrme y tampoco quería dormir con alguien más en mi cama, me cayó la teja, MI MAMA NO VIVIA CONMIGO, esta persona al lado mío no puede ser ella…. Sentí un frío recorrer mi espalda, mientras que juntando todo el valor que tenía decidí voltear la mirada, para llevarme la sorpresa que no había nada. El susto se apoderó de mí y solo atine a ponerme en posición fetal y taparme entera, hasta la cabeza, y siempre con los ojos fuertemente cerrados. Mi corazón palpitaba tan fuerte que pensaba que se me iba a salir. Solo el sentir de los primeros haces de luces del amanecer lograron calmarme. Esta fue la primera de muchas sucesos paranormales en la casa
Solo llevaba menos de un año viviendo en la capital, vivía por primera vez sin mis padres y compartía departamento con una amiga.
Durante el año todo había sido normal, pero una noche mi compañera de cuarto se quedó donde su novio y me quede sola.
Dibujo por: Gabriel Garvo